Guinea Ecuatorial



Hace 50 años, en 1963, Franco concedió el estatus de región autónoma a la Guinea Española, dándole el nombre que conserva hoy, independizada de España en 1968. Es el único país hispanohablante del mundo con población mayoritariamente negra, uno de los dos países hispanohablantes de África (con la República Árabe Saharaui Democrática) y prácticamente todos los habitantes -1.800.000- tienen nombres españoles, además de ser católicos.

Desde 1968 hasta 1979, lo gobernó el dictador Francisco Macías Nguema, que fue ejecutado tras el golpe de estado de su sobrino y actual presidente, Teodoro Obiang Nguema, que lleva 34 años en el cargo. Desde 2012, el vicepresidente es Teodorín Obiang, hijo del presidente.

El principal líder de la oposición al actual gobierno de Obiang es el derechista Severo Moto, que preside desde España un autoproclamado gobierno en el exilio, creado en 2003. Radio Macuto es una emisora de oposición, que apoya a Severo Moto y que se puede oír aquí: http://radiomacuto.info/.

En 1996, hace 17 años, la multinacional estadounidense Mobil comenzó la extracción de petróleo en Guinea Ecuatorial. Ello ha multiplicado por diez los ingresos del Estado, logrando unas tasas de crecimiento del 33 %. La multinacional española Repsol y la francesa Total también tienen allí importantes intereses. Por este motivo, los gobiernos de Estados Unidos, España y Francia tienen buenas relaciones con el ecuatoguineano, además de otros países que se benefician de sus recursos. China, Cuba y Brasil son países amigos.

La población de Guinea Ecuatorial ha experimentado un escaso desarrollo social pese a que la renta per cápita se ha multiplicado. Además del petróleo, otras riquezas como el gas y la madera suben las estadísticas, pero no modifican apenas el alto nivel de pobreza de la mayoría. No obstante, el Índice de Desarrollo Humano es superior a la media regional. Ha mejorado mucho en educación pero poco en sanidad.

Desde 2007, está en marcha el Plan Horizonte 2020, que pretende diversificar la economía e impulsar el desarrollo mediante la construcción de infraestructuras por parte de empresas extranjeras.

Siguiendo el modelo de Brasilia, el presidente ha ordenado construir una ciudad futurista, Oyala, que será la próxima capital, sustituyendo a Malabo. Ya está levantado un hotel de lujo, avanza la universidad, hay una autopista. En diez años, se prevé que sea la residencia de Obiang y la de otros 200.000 guineanos.

En términos generales y comparativos, la actual Guinea Ecuatorial es un país en vías de desarrollo, corrupto y militarizado como todos los de su entorno, con sus luces y sus sombras.




Recupero un texto de 18 de diciembre de 2008, publicado en mi anterior blog:


A mí siempre me ha apetecido ir de vacaciones a Guinea Ecuatorial, porque soy un esnob y como buen turista occidental me gusta lo exótico; pero también por aquello de que hablan en mi idioma. En fin, lo mismo que los yuppies franceses cuando van a Argelia o los estadounidenses que visitan Jamaica. Colonialismo. Como dijo Kevin Costner en San Sebastián, el problema de los conflictos mundiales es que las familias no puede hacer turismo donde les apetece.
Véase como ejemplo el extracto de un texto de Fernando Gamboa, que se ha documentado un poco para hacer una novela ambientada en Guinea Ecuatorial:
A muy pocos les debe sonar un pequeño país llamado Guinea Ecuatorial, aún menos sabrían dónde situarlo en un mapa de África, y serán contados los que recuerden que, hasta hace exactamente cuarenta años, los ecuatoguineanos eran tan ciudadanos españoles como un alicantino o un gaditano. Por entonces, Guinea Ecuatorial era una provincia más de España enclavada en la costa Africana del Golfo de Guinea; ‘La perla de África’ la llamaban.
Hoy, cuatro decenios después de su independencia, bajo el yugo dictatorial de la familia Obiang Nguema y con el beneplácito de las grandes potencias cuyas empresas explotan sus campos de petróleo y expolian sus reservas madereras, Guinea Ecuatorial se ha convertido en uno de los países más subdesarrollados y corruptos del mundo, y el pueblo ecuatoguineano en uno de los más aterrorizados a manos de su propio gobierno.
El actual presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang Nguema, quien lleva 29 largos años en el poder tras ejecutar al anterior presidente (su propio tío, otro asesino), ha saqueado, robado y asesinado sistemáticamente hasta extremos inconcebibles, amasando una fortuna que lo convierte en uno de los hombres más ricos del planeta, en uno de los países más pobres de África. Aunque para ser exactos, no puede decirse que el país en sí sea pobre, pues alberga una de las mayores reservas petrolíferas del continente, cuyos beneficios de explotación reportan al régimen guineano miles de millones de euros. Lo que sucede, es que la familia Obiang se queda con ABSOLUTAMENTE TODO lo que pagan gobiernos y petroleras extranjeras (norteamericanas y chinas sobre todo) por los derechos de extracción. Pero aunque parezca mentira, la familia Obiang no se limita sólo a quedarse con esa ingente cantidad de dinero, sino que además se dedican a robar propiedades privadas (se han apoderado aproximadamente la mitad de los terrenos edificables del país, y no han pagado un céntimo por ellos), salarios (muchos trabajadores han de pagar a la familia del presidente gran parte de lo que ganan) o negocios de los guineanos no afines al gobierno o a la familia Obiang (que al fin y al cabo es lo mismo), cuya ignominia llega al punto de despojar impune y caprichosamente a sus empobrecidos compatriotas de cualquier bien que posean sin justificación alguna.
Teodoro Obiang y su clan gobiernan Guinea Ecuatorial como lo haría un esclavista con su hacienda. Para ellos, los ciudadanos guineanos son esclavos a su disposición, y el país una finca privada que saquear sin tener que dar cuentas a nadie.
A pesar del río de dinero que fluye desde este desdichado rincón de África, sus habitantes no disponen de servicios sanitarios, educación, seguridad o justicia. Por ejemplo, ante cualquier emergencia médica el Hospital de Malabo es la única opción de asistencia, pero eso sí, bajo ciertas condiciones como: pagar la estancia y el tratamiento por adelantado, y además, llevar todo lo necesario para dicha estancia y tratamiento.
Lo que convierte a Teodoro Obiang (conocido como ‘El Jefe’) y sus acólitos no sólo en ladrones, sino en peligrosos criminales, es la política de detenciones arbitrarias, encarcelamientos injustificados, torturas y asesinatos cometidos contra sus propios ciudadanos. Se calcula que durante su mandato, el actual gobierno guineano ha exterminado a nada menos que el 10% de la población del país, y una cantidad indeterminada ha desaparecido o se encuentra encarcelada ilegalmente y sin juicio previo.
Según el último informe de Amnistía Internacional, los detenidos por la policía y el ejército son torturados sistemáticamente con métodos tan brutales como mutilaciones, rotura de huesos, violaciones, descargas eléctricas en los genitales o, atención: clavar tenedores en la vagina de las detenidas…
- Guinea Ecuatorial produce 400.000 barriles diarios de petróleo - Exporta casi 1.000.000 de metros cúbicos de madera tropical al año. - Su Renta per Cápita la sitúa en el número 38 del ranking mundial (por encima de Kuwait o Arabia Saudita) - En cambio, en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU ocupa el puesto 121. - El 151 sobre 163 en corrupción, según Transparency International - La esperanza de vida es de sólo 43,3 años, según Amnistía Internacional. - La élite gobernante posee alrededor del 98% de la renta nacional - El 80% de la población vive con menos de 20 euros al mes. - El gobierno de Obiang ha convertido a Guinea Ecuatorial en el centro del tráfico de drogas de África Occidental. - Teodoro Obiang ganó las últimas elecciones con un 99,5% de los votos. Los 13 partidos políticos autorizados, estaban formados por miembros del gobierno. - En una reciente visita a Estados Unidos, la secretaria de estado Condoleezza Rice describió a Obiang como ‘buen amigo’.








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