Twixt, de Coppola

Publicado el 5 noviembre, 2012 por Antonio Tausiet



Twixt (2011)

Narrada en off por Tom Waits, esta interesante película de terror tranquilo escrita, producida y dirigida por Francis Ford Coppola ha sido ninguneada casi unánimemente. Se trata del tercer producto cien por cien propio de su autor, tras su retirada del negocio industrial a gran escala desde 1997. Narra la historia de un escritor de segunda fila que visita un pueblo de los Estados Unidos para firmar ejemplares de su último libro, una novela sobre brujería. Allí conoce al sheriff, un tipo que lleva cuarenta años en su puesto y que ofrece al escritor redactar juntos un libro sobre la reciente muerte sin resolver de una adolescente.

Los dos temas recurrentes de Coppola, el paso del tiempo y los conflictos familiares, están presentes en este ensayo de cuento gótico. También vuelve a las pandillas de chavales con moto, a la crítica del cristianismo castrante, al conglomerado muerte/belleza/amor, al sentimiento de culpa por la muerte de un ser querido… y a la literatura. En un claro homenaje, uno de los personajes es el mismísimo Edgar Allan Poe. El metraje está repleto de referencias a sus textos.

Los ingredientes recurrentes en este tipo de narración se suceden en las ensoñaciones y vivencias del protagonista, angustiado y perdedor: los fantasmas, la sangre, el contacto con los espíritus, los aquelarres, el satanismo, la luna llena, la morgue, el bosque, la casa hechizada, los personajes chiflados, los vampiros. El proceso de creación literaria, con la búsqueda del tono adecuado, del final de la historia, hace de hilo conductor hasta desembocar en un desenlace amable. Cada espectador observador se quedará con un elemento. Yo considero un gran hallazgo el reloj múltiple de la torre de la iglesia, pero sobre todo la introducción del sacerdote presa de la atracción de la sensualidad, tan buñuelesco.

Los amantes del terror intelectual encuentran el filme demasiado superficial. Los seguidores del Coppola genial echan en falta su demostrada maestría absoluta. Los morbosos, la ausencia de vísceras. Pero nos encontramos ante una obra bien escrita, fotografiada, dirigida y actuada. Cosa que no se puede decir de la mayoría.

Ver una larga y razonada crítica positiva de Twixt, por Óscar Navales

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